6.12.11

HISTORIA DEL ROCIO

En la segunda mitad del siglo XIII, alguien mandó construir una pequeña capilla al borde de las marismas. Era un lugar apartado y de difícil acceso. Los almonteños conocían bien esos lugares y los habían visitado en busca del ciervo, la anguila o la enea. Desde finales del siglo XIII tendrían un nuevo motivo para acudir a aquellos pagos: Una bonita imagen de la Virgen y una pequeña ermita. La Virgen tomó el nombre de aquellos parajes y fue llamada Santa María de Las Rocinas; poco después llamarían Rocío y el bosque de las Rocinas fué, desde entonces el Rocío. Durante largos lustros, ermita y Virgen quedaron solas en aquellas angosturas, sólo cazadores, pastores y caminantes a veces empañaban la soledad y el silencio de montes y marismas. Cuando ésta región pasó a manos de los Duques de Medina Sidonia, El Rocío perdió parte de su aislamiento y se convirtió en cruces de caminos. Para solaz y asistencia de arrieros y viandantes, fue instalada en el camino de Moguer una venta, y muy cerca en el Hato Rincón, también se puso alguna que otra choza y esos fueron los orígenes de la Aldea. Poco a poco creció entre los almonteños la fama de la pequeña imagen de las Rocinas y la consideraron algo tan propio que un 29 de junio de 1653, el Cabildo, el Clero y el Pueblo aclamaron como patrona de Almonte a esta Virgen del Rocío. Pronto comenzaron las celebraciones en su honor hasta que se determinó hacerlas una vez al año cada dormingo de pentecostés. Se estableció la peregrinación anual que acabaría en romería con participación no sólo de Almonte, sino de otros muchos pueblos. En 1919, un día de junio, el cardenal de Sevilla coronó la imagen y llegó a la Aldea el primer automóvil, salvando los difíciles arenales de caminos y veredas. En 1959 se abre una carretera entre Almonte y la Aldea y ya no se detendrá el ritmo de crecimiento y atracción de la romería. Este año llegarán al Rocío 80 hermandades, y sobrepasarán el millón los romeros. El silencio de la marisma será ahora bullicio y multitud y el Rocío será, por unos días, el corazón de Andalucia. --- EL ROCIO, LA FE, LA BLANCA PALOMA --- Si la Virgen es el origen y el principio del Rocío, la ayuda y protección que de la Madre, Virgen de las Marismas, Blanca Paloma reciben sus devotos, es el porqué, la razón por la cual se va al Rocío. El Rocío se convierte asi en el gran reconocimiento de la Maternidad Divina de María, de su acción corredentora, y de su mediación universal en la dispensación de sodas las gracias y favores. El Rocío es un Credo síntesis de nuestra fe y un Crucifijo formidable de todo nuestro amor. El Rocío es el propietario de la Virgen y la Sala de Audiencias de la Celestial Señora. Al Rocío van todos los anhelos y todas las gratitudes, todas las esperanzas y todos los recuerdos, todos los dolores que han de menester alivio y todas las penas que han de menester consolación ¡todas las lágrimas! Al Rocío va todo el que tenga algo que agradecer. Humana y muy humana, y muy popular, es esta manifestación religiosa, que tiene pare cada edad, su peculiar encanto, y para todos, el encanto irresistible de la Vlirgen que escucha. (Don Juan F. Muñoz y Pavón. La Blanca Paloma). mas información: www.geocities.com/TheTropics/9469/